Por Ricardo Bustos
Aún no se sabe si la abogada exitosa será candidata en octubre y por cual distrito «competiría» llegado el caso y ya aparecen encuestas que la dan ganadora frente a no se sabe quien.
Es tan evidente que el «Cristinismo» residual está volcando dineros a las encuestadoras para que generen y alienten a los seguidores de la ex presidente desanimados, que lo hacen sin darse cuenta que algún testimonio de peso debe existir en la sociedad para ser creíble por una gran porción de votantes.
Si recorremos las calles de cualquier ciudad o pueblo en el país y hacemos una consulta referida a la señora, veremos que todo lo que se publica por estos días en cuanto a intención de voto, es una mentira. Los ciudadanos no sabemos quienes serán los candidatos de ninguna agrupación política de peso en Argentina. La arquitecta egipcia, no tiene cimientos sólidos en el FPV porque muchos de sus incondicionales se han ido con otras «obleas», las que al final, negociando, terminarán aliadas al mejor posicionado.
El peronismo no la quiere ver pasar por su vereda, el radicalismo transversal, fiel a su estilo de los últimos años, se mimetizó con Cambiemos, los del grupo que por ahora, lidera Sergio Massa, están mas desorientados que Adán el día de la madre, y la izquierda, como siempre, desparramada en mil «grupitos» que solo sirven para hacer ruido y cortar las calles, es decir, molestar a todos los que no piensan como ellos.
En la política Argentina, seis meses es un siglo y si al gobierno nacional le mejoran un poquito los números como para que el ciudadano de a pie pueda comprar aunque sea una moto en cuotas, el bolsillo volverá a hablar nuevamente en las urnas.
Está comprobado que la inseguridad, falta de educación, salud, jubilaciones magras, niños desnutridos o miles de nuevas chiquitas embarazadas, impiden que el dinero gane la pulseada a la hora de decidir a quien quieren ganadores después de octubre.
Si tenemos en cuenta que en el Conurbano bonaerense el índice de pobreza alcanza al 35 % y la encuesta publicada dice que Cristina ganaría con el 40 % de votos en ese cordón demográfico, algún cálculo no está bien porque, generalmente, cuando uno está muy mal, producto de lo que sufrió no hace mucho tiempo, es difícil que redoble la apuesta para llevarse otra vez por delante la misma pared.
Resulta extraño creer que, desde afuera, sin caja propia para sostener un relato mentiroso, pueda un candidato comprar votos como lo hizo el kirchnerismo en la mayoría de las provincias argentinas durante 12 años, ahora es de esperar que el gobierno nacional que conduce el Ingeniero Macri, no cometa los mismos groseros y aberrantes errores de volcar dinero para captar adeptos y después abandonarlos al costado de la ruta como lo hizo la gestión anterior. Todos sabemos que la hipocresía es uno de los peores males porque están a la vista y no se pueden disimular.
Nadie acepta que un gobierno que aún no cumplió un año y medio de gestión, haya generado casi 15 millones de pobres.
La gestión kirchnerista se caracterizó por mentirle a los pobres. Todos sabían que en «La Saladita» iban a comprar una zapatilla Nike, que no era Nike y costaba la cuarta parte que la original, pero como estaban acostumbrados a vivir de la mentira política, les daba igual. Clarín mentía antes y ahora también, pero un Diario no es un gobierno o una gestión. Los pobres no compran Diarios porque no tienen dinero, pero igual les hicieron creer que ese demonio era el que los estaba llevando hacia el fracaso económico y por ello se iban a quedar sin planes sociales.
Ahora se viene la gran batalla para el gobierno nacional. De curioso nomás, estuve consultando con algunos empresarios o comerciantes que siempre necesitan personal para sus plantas, si estaban dispuestos a tomar gente que hoy cobra planes sociales y la respuesta de la mayoría fué un gran signo de interrogación porque según dicen, es muy complicado recuperar la cultura del trabajo en personas que nunca lo conocieron. Ya hay casi tres generaciones de varones que jamás trabajaron y cobran planes.
Así las cosas, las encuestas, solo sirven para confundir a la gente que, al menos por ahora, tiene cosas mas importantes para resolver que una elección Legislativa.
«¿Alguna vez la sensación de que la única razón por la que tenemos elecciones, es averiguar si las encuestas estaban en lo cierto?», (Robert Orben)
El autor es: Locutor Nacional-Comunicador.
Capiovi Misiones, Argentina
DNI 7788556